De Carolina Román
Con Nacho Guerreros y Kike Guaza
“Cuando el cuerpo era una cárcel en la época tardofranquista""
Mario trabaja en una oficina. Una llamada le cambiará la vida para siempre. A partir de ese momento, viajaremos a su infancia, habitaremos su casa, recorreremos su pueblo. Pinceladas en blanco y negro que truncarán su identidad sexual y de género. Como la de tantos otros. Este proyecto propone una reflexión sobre la identidad sexual, centrada particularmente en la década de los años 60 y 70 como contrapunto del presente.
Entonces se vivió un periodo de cambio social que redefinió lo que los cánones sociales señalaban como normal. La obra está construida sobre dos pilares: el trabajo de Nacho Guerreros, que, casi sin abandonar el escenario durante toda la función, va presentando la transformación progresiva de Mario, con sus dudas y sus anhelos; y el de Kike Guaza, que compone diferentes personajes en el entorno de la protagonista.